14 mayo 2007

PRIMERA LEY


Creo que quien me lee desde que inicie el blog ya a estas alturas sabra que soy fanatica de Isaac Asimov, pongo otro cuento del llamado cariñosamente "Doctor Patillas"
PRIMERA LEY
Isaac Asimov


Mike Donovan contempló su vacía jarra de cerveza, se sintió aburrido, y decidió que ya había escuchado lo suficiente. Dijo en voz alta:
—Si tenemos que hablar acerca de robots poco habituales, yo conocí una vez a uno que desobedeció la Primera Ley.
Y, puesto que aquello era algo completamente imposible, todo el mundo dejó de hablar y se volvió para mirar a Donovan.
Donovan maldijo inmediatamente su bocaza y cambió de tema.
—Ayer me contaron uno muy bueno —dijo en tono conversacional— acerca de...
MacFarlane, en la silla contigua a la de Donovan, dijo:
—¿Quieres decir que sabes de un robot que causó daño a un ser humano?
Eso era lo que significaba la desobediencia a la Primera Ley, por supuesto.
—En cierto sentido dijo Donovan—. Digo que me contaron uno acerca de...
—Cuéntanos eso del robot —ordenó MacFarlane.
Algunos de los otros hicieron resonar sus jarras sobre la mesa.
Donovan intentó sacarle el mejor partido al asunto.
_Ocurrió en Titán, hará unos diez años —dijo, pensando rápidamente—. Sí, fue en el veinticinco. Acabábamos de recibir cargamento de tres nuevos modelos de robots, diseñados especialmente para Titán. Eran los primeros de los modelos MA. Los llamados Emma Uno, Dos y Tres. —Hizo chasquear los dedos pidiendo otra cerveza, y miró intensamente al camarero—. Veamos, ¿qué viene a continuación?
—He estado metido en robótica toda mi vida, Mike —dijo MacFarlane—. Nunca he oído hablar de ninguna serie MA.

—Eso se debe a que retiraron todos los MA de las cadenas de montaje inmediatamente después..., inmediatamente después de lo que voy a contaros. ¿No lo recordáis?
—No.
Apresuradamente, Donovan continuó:
—Pusimos inmediatamente a los robots a trabajar. Entendedlo, hasta entonces, la base era completamente inutilizable durante la estación de las tormentas, que dura el ochenta por ciento del período de revolución de Titán en torno a Saturno. Durante las terribles nevadas, no puedes encontrar la base ni siquiera aunque estés tan sólo a cien metros de ella. Las brújulas no sirven para nada, puesto que Titán no posee campo magnético.
»La virtud de esos robots MA, sin embargo, era que estaban equipados con vibrodetectores de un nuevo diseño, de modo que podían trazar una línea recta hasta la base a través de cualquier cosa, y eso significaba que los trabajos de minería podían proseguir durante todo el período de revolución. Y no digas una palabra, Mac. Los vibrodetectores fueron retirados también del mercado, y es por eso por lo que ninguno de vosotros ha oído hablar de ellos. —Donovan tosió—. Secreto militar, ya sabéis.
Hizo una breve pausa y prosiguió:
—Los robots trabajaron estupendamente durante la primera estación de las tormentas. Luego, al inicio de la estación de las calmas, Emma Dos empezó a comportarse mal. No dejaba de huronear por los rincones y bajo los fardos, y tenía que ser sacada constantemente de allí. Finalmente, salió de la base y no regresó. Decidimos que debía de haber algún fallo de fabricación en ella, y seguimos con los otros dos. Sin embargo, eso significaba que andábamos constantemente cortos de manos, o cortos de robots al menos, de modo que cuando a finales de la estación de las calmas alguien tuvo que ir a Kornsk, yo me presenté voluntario para efectuar el viaje sin ningún robot. Parecía bastante seguro; no esperábamos ninguna tormenta en dos días, y en el término de veinte horas estaría de vuelta.
»Estaba ya en mi camino de vuelta, a unos buenos quince kilómetros de distancia de la base, cuando el viento empezó a soplar y el aire a espesarse. Hice aterrizar inmediatamente mi vehículo aéreo antes de que el viento pudiera destrozarlo, me orienté hacia la base y eché a correr. Podía correr una buena distancia sin dificultad en aquella baja gravedad, pero ¿cómo correr en línea recta? Ésa era la cuestión. Mi reserva de aire era amplia y los calefactores de mi traje satisfactorios, pero quince kilómetros en medio de una tormenta titaniana son el infinito.
»Entonces, mientras las cortinas de nieve lo oscurecían —todo, convirtiendo el paisaje en un lóbrego atardecer, haciendo que desapareciera incluso Saturno y el sol se convirtiera apenas en una mota pálida, me detuve en seco, inclinándome contra el viento. Había un pequeño objeto oscuro directamente frente a mí. Apenas podía verlo, pero sabía lo que era. Era un cachorro ,de las tormentas, la única cosa viva capaz de resistir una tormenta titaniana, y la cosa viva más maligna con la que puedas encontrarte en ningún lado. Sabía que mi traje espacial no iba a protegerme una vez viniera a por mí, y con aquella mala luz tenía que esperar a asegurarme un blanco perfecto o no atreverme a disparar. Un sólo fallo, y saltaría sobre mí.
»Retrocedí lentamente, y la sombra me siguió. Se iba acercando, y yo empecé a sacar mi lanzarrayos con una plegaria, cuando una sombra mayor gravitó de pronto sobre mí, y lancé una exclamación de alivio. Era Emma Dos, el robot MA desaparecido. No me detuve ni un momento en preguntarme qué podia haberle pasado o preocuparme por sus dificultades. Simplemente aullé:
»—¡Emma, muchacha, encárgate de ese cachorro de las tormentas, y luego llévame a la base!
»Ella se me quedó mirando como si no me hubiera oído y dijo:
»—Amo no dispare. No dispare.
»Echó a correr a toda velocidad hacia aquel cachorro de las tormentas.
»—¡Encárgate de ese maldito cachorro, Emma! —grité. Y, efectivamente, se encargó de él. Lo cogió en sus brazos, y siguió caminando. Le grité hasta que me quedé afónico, pero no regresó. Me dejó para que muriera en medio de la tormenta.
Donovan hizo una dramática pausa.
—Naturalmente, todos vosotros conocéis la Primera Ley: Un robot no puede dañar a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño. Bien, pues Emma Dos simplemente se marchó con aquel cachorro de las tormentas, dejándome atrás para que muriera. Quebrantó la Primera Ley.
» Afortunadamente, conseguí ponerme a salvo. Media hora más tarde, la tormenta amainó. Había sido una racha prematura y temporal. Es algo que ocurre a veces. Corrí apresuradamente a la base, donde llegué con los pies hechos polvo, y las tormentas empezaron realmente al día siguiente. Emma Dos regresó dos horas más tarde que yo, y el misterio se aclaró entonces finalmente, y los modelos MA fueron retirados inmediatamente del mercado.
—¿Y cuál era exactamente la explicación? —quiso saber MacFarlane.
Donovan lo miró seriamente.
—Es cierto que yo era un ser humano en peligro de muerte, Mac, pero para ese robot había algo más que pasaba por delante de eso, que pasaba por delante de mí, que pasaba por delante de la Primera Ley. No olvides que esos robots pertenecían a la serie MA, y que ese robot MA en particular había estado buscando escondites durante algún tiempo antes de desaparecer. Es como si estuviera esperando que algo especial y muy íntimo le ocurriera. Aparentemente, ese algo había ocurrido.
Donovan alzó reverentemente los ojos, y su voz tembló.
—Ese cachorro de las tormentas no era ningún cachorro de las tormentas. Lo llamamos Emma júnior cuando Emma Dos lo trajo consigo al volver. Emma Dos tenía que protegerlo de mi arma. ¿Qué es la Primera Ley, comparada con los sagrados lazos del amor materno?


FIN



Título original: First Law © 1956
Publicado en Fantastic Universe. Octubre 1956.
Relatos de Robots. Bibliotex, 1998
Traducción: Domingo Santos
Edición digital de Bizien.


10 han compartido su opinion:

modes amestoy dijo...

He leído poco de Asimov, pero siempre me ha abierto los ojos a pensar en distintas posibilidades de mirar el futuro.
Un abrazo y gracias.

Lindisima dijo...

Que bien pase a saludarte feliz comienzo de semana un beso para ti.

Maby dijo...

Vi Yo, robot, con Will Smith. Basada en las tres leyes de Asimov. Recuerdo que fue criticada porque no tomaba fielmente el relato a pesar de haber usado el nombre del cuento. Un beso. Te veo siempre de amigos.

IMAGINA dijo...

Pues vas a tener que darnos más lecciones, porque por aquí de Asimov, sabemos poco :(

Dabart dijo...

uhmmm rosita no entendì el cuentooo :-(
Yo vi la peli: Yo Robot, hace un par de años y me gustò mucho, pero no he leido nunca ningun libro de Asimov...
de todas formas gracias por compartir tus gustos literarios: asi me da curiosidad, me enamoro y me empato yo tambien en la onda...
Besos....

Situco dijo...

hace tiempo que no leo....
¿será que no tengo tiempo?
bxcx

Deluxe dijo...

Vaya me picas la curiosidad, tengo por ahí "La edad de oro I" compuesto de ocho relatos, mi marido es más aficionado que yo a la ciencia ficción pero lo voy a leer.

Orestes (Ex Al) dijo...

Quien no tuvo su "momento Asimov", como lo denominaría tu paisano Boris Izaguirre. Todos lo hemos leido en mayor o menor intensidad, pero en mi casa estan todas sus obras, que son bastantes, en depósito de mi hijo que es un fanático de ese escritor.
Con cariño

Buscapleito dijo...

Siempre es interesante conocer a alguien que comparta el gusto por la ciencia ficción. Yo me inicié con Arthur Clarke cuando estaba en 6to. grado. Vi la película 2001 Odisea espacial y muy emocionado la comenté con mis compañeritos. Uno me dijo que se había dormido, otro que ¡que ladilla con esos monos! y un tercero que la música de vals mientras las naves giraban para acoplarse era un fastidio. Un cuarto se metió en la conversa' y dijo que no había entendido por qué al final de la película salia un "feto" en órbita. Decepcionado, conseguí el libro y lo leí, pero me abstuve de comentarlo no fuera que me cayeran a golpes en la Escuela (por Nerd). Asimov me gusta, así como sus comentarios a la Biblia que son fuera de serie. Y por supuesto, el amigo Ray Bradbury de Crónicas Marcianas. Excelente cuento el que seleccionaste, Saludos!!!

SerHistorico dijo...

Felicitaciones, soi seguidor de azimov y siempre es un placer encontrar gente k le interesa el tema

 
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